Deseo ~ Sangre ~ Carne (Priv. Erika S.)

Era un día monotono como cualquier otro, me encontraba en la oficia de mi despacho tomado un café con galletas, se oían el desliz de los papeles, los teléfonos, la entrada y salida de los demás trabajadores y compañeros, osea, totalmente normal.
De repente suena mi teléfono, era una llamada entrante de un número desconocido, lo tome y atendí.

Buenas tardes ¿Con quién tengo el gusto de hablar? - Dije con un cortés y agradable que siempre tenía al momento de dirigirse a sus clientes, a sus compañeros y a las personas de la fiscalia. Al cabo de unos instante escucho una melodiosa voz de una joven, que me estaba buscando.

Si, Alice Friedrich al habla ¿Qué necesita de mi?- Respondí amablemente. Ella se llamaba Erika Standford, al parecer como según ella me mencionó era una modelo, la cual me estaba buscando para que fuera su representante legal. Casi siempre me buscaban para hacer este tipo de trabajo, no era como si me molestara, de cualquier forma ella me pregunto si podría encontrarme con ella en alguna cafetería para profundizar el tema, accedí de manera cordial su petición y la cite a un café que se encontraba en el centro, era bastante elegante y muy cómodo para realizar charlas de trabajo, pero mas que nada era un lugar que me encantaba. Colgué el teléfono, ordene el escritorio y me dirigí hacía afuera para tomar un taxi para llegar al lugar donde me encontraría con ella en 10 minutos más.

Pasaron alrededor de 15 minutos y ya me encontraba en el lugar de encuentro, mire al cielo y mis ojos se cegaron debido a la intensidad del sol, hacía mucho calor para su gusto, para sus adentros se encontraba de alguna manera feliz, ya que pronto acabaría el verano y así podría disfrutar de la lluvia y aquella "oscuridad" durante el día.

Se dirigió hacia una sala privada que reservo para no tener interrupciones durante la negociación.
Entré, tome asiento y pedí un café helado mientras esperaba, tome delicadamente la cuchara y revolví la taza, estuve unos segundos y lo deje en la orilla de la taza. Miré a través de un gran ventanal del cual se podía ver una hermosa panorámica de la ciudad, no me di cuenta y entro una chica peliroja, bastante hermosa. Me levante de mi asiento, y me dirigí a ella.

Un placer conocerla, señorita Standford. Me presento, Alice Friedrich a sus ordenes - Esboce una sonrisa afable, mientras esperaba su reacción.

Pasaron los minutos rápidamente. Levante mi cabeza y observé a la chica pelirroja que acababa de sentarse al frente mío con un atuendo bastante elegante y que lucía a la perfección su figura. Era bastante atractiva, no solo por su físico sino también su sonrisa.

Usted me llamo para que yo fuera su representante legal, me gustaría saber específicamente mi función, si no es un inconveniente para usted.. Seño-.. Anuncié fríamente con un cara seria, pero al terminar la última palabra dude y dije inmediatamente su nombre. Erika. termine aquello entrelazando mis manos.

Durante un rato, la estuve observando -unas de mis manías-, para ser una humana era bastante particular, casi siempre notaba interesante a los de nuestra raza, pero ella destacaba en todo el lugar llenos de humanos. Quizá era su extravagante presencia, la verdad no se explicaba el porqué.

El tiempo pasaba lentamente, generalmente en situaciones como esta no habría aceptado la oferta, ya que prefería trabajar solo en la fiscalia, era un poco mas interesante, pero después de largos días en aquel lugar se había vuelto monótono y aburrido. Esta fue la oportunidad perfecta, además tenía un buen presentimiento acerca de esta chica.

A lo mejor se podría desarrollar un desenlace bastante prometedor a su alrededor no esperaba la hora para que eso ocurriera.