Ginrei Tsukiyomi

Ginrei es una persona que siempre mantiene una faz inexpresiva; rara es la vez que demuestra alguna clase de reacción o cuando algún sentimiento se plasma en su rostro. A pesar de ello, obviamente siente, aunque de una forma casi aletargada; podría decirse que sus objetivos están tan claros y tienen una prioridad tan alta para él que nunca ha llegado a "soltarse" o relajarse alguna vez en su larga existencia.
Posiblemente los sentimientos que más profundamente están arraigados en su personalidad son el odio hacia los Antediluvianos, su desdén hacia ellos y su determinación a la hora de derrotarlos cuando aparezcan de nuevo, pues son estos sus principales objetivos.
Con una voluntad férrea y una mente digna de un genio, las capacidades analíticas y perceptivas de Ginrei lo hacen una criatura extremadamente astuta y peligrosa, al ser a su vez una persona extremadamente cultivada en una gran variedad de campos alguien extremadamente complicado a la hora de cazar con la guardia baja o con desconocimiento de algo.
Derecho, Literatura, Ingenierías, Física, Química, Bioquímica, Medicina... podría decirse que ha estudiado todos los campos del conocimiento que el hombre o el vampiro ha sido capaz de conquistar, y su agudeza mental únicamente es comparable a su gran reserva.
Suele escuchar antes que hablar, aunque cuando es necesario hacer lo segundo nunca se corta demasiado, aunque prefiera hablar con cierta diplomacia o sutileza en la mayoría de los casos nunca dudando en decir algunas verdades claras y sin aderezar.
Su convicción y confianza en sí mismo es inquebrantable, y así como no suele confiar en los demás, sí lo hace plenamente en su propio juicio, por lo que a aquellos elegidos de su voluntad son sus elegidos... y pobre del que trate de llevarle la contraria.

Gin posee el aspecto de un muchacho joven que no difiere demasiado de un chico japonés normal. Ciertamente su cuerpo esbelto y bien proporcionado, delgado y sin embargo ligeramente fibroso es bello, tanto como sus rasgos cincelados y hermosos, así como su pálida piel y su sedoso y liso cabello negro como el ala de cuervo, pero no dejan de ser características de una u otra forma "típicas" de su raza... aunque elevadas hasta el nivel de belleza vampírico.
No... lo que hace ver que es una criatura excepcional son sus ojos y su porte... pero especialmente sus hipnóticos ojos capaces de causar más de mil y una sensaciones.
De un brillante color magenta que, de hecho, reluce tanto en la oscuridad de la noche como en la luz del día, esos ojos son capaces (incluso sin que Gin use sus poderes) de atraer las miradas sobre ellos; es como si fuesen un hermoso imán que atrae otros ojos hacia ellos y que, sin necesidad de que Gin use sus dones, hace que la gente se sienta distraída, torpe y con grandes deseos de sencillamente decir "sí" a todas sus demandas, una sensación que, si bien desaparece al cabo de un tiempo de no estar en contacto con sus ojos, no hace que los recuerdos perdidos por esa especie de atontamiento regresen. Puede que sus poderes mentales sean tan fuertes que incluso sin usarlos afecten incluso a otros vástagos. El color de sus ojos es, posiblemente, otra de las razones por las que todos lo temen como uno de los Antiguos más poderosos, por mucho que los más arrogantes lo consideren alguien extremadamente débil debido a sus inexistentes capacidades físicas, pues son esos ojos atrayentes los que hacen que incluso aquellos que saben que es uno de los líderes de los Tremere no puedan evitar mirarlo a ellos por mucho que en un principio se resistan...
Cuando debe ejercer sus funciones como Director General de su compañía suele arreglarse de una manera informal pero elegante, vistiendo sobretodo abrigadas ropas negras, algún abrigo con bufanda incorporada (siempre tonalidades negras) y bajo ellos jerseys de los mismos colores, así como pantalones vaqueros de tonalidades oscuras. Por otro lado es un afectado tradicionalista, y desde aquellos tiempos en los que su clan era el soberano de la Magia Arcana entre los vampiros sigue prefiriendo utilizar largas togas negras de amplias mangas y de cuello alto que cubren su boca y dejan justo a la vista sus magnéticos ojos así como su negro cabello.

Velocidad: 5
Empatía: 0
Fuerza: 5
Resistencia: 15
Salto: 5
Ocultación: 0
Percepción: 40
Manipulación: 0
Control: 60
Autocontrol: 60

Ginrei Tsukiyomi, conocido hace ya siglos como Ginrei Ashikaga, fue el primer hijo de un antepasado del que sería Shogun del Shogunato Ashikaga, Yoshiharu Ashikaga.
Desde su nacimiento, Ginrei fue una persona especial... aunque no en todos los sentidos que su padre habría deseado. Si bien desde el principio demostró ser un muchachito con una inteligencia superior a la media y una belleza que superaba a muchas de las mujeres del harem del líder tribal, su cuerpo era débil al tiempo que hermoso, y su férrea voluntad no era tanto como para permitirle levantar siquiera un arma, por lo que pronto comenzó a significar vergüenza para su padre, que decidió recluír al crío en una mansión a las afueras de la capital y sumir su nombre en el olvido, arrebatándole su apellido y teniendo otro hijo al que llamaría "su primogénito", haciendo como si Ginrei nunca hubiese existido... pero sin atreverse a matarlo al mirar a los inexpresivos e hipnóticos ojos de su verdadero primogénito... que serían los que cautivarían a un monstruo que rondaba aquella región del mundo aún inexplorada por la mayoría de los europeos.
Ella encontró la mansión en el bosque con facilidad y, curiosa, asesinó a los guardias que la custodiaban... hasta dar con el tesoro que escondían.
El chico la miró con aquellos ojos que, a pesar de no tener brillo aún por aquel entonces, ya poseían aquel color magenta tan extraordinario, y ella no pudo evitar caer ante ellos... por mucho que midiese igualmente sus capacidades intelectuales como perfectas también para pertenecer a su clan.
Lo Abrazó, y durante casi cien años se mantuvieron juntos con aquella mansión olvidada como principal guarida, recorriendo todo Japón en un período de guerras casi continuas para que el chico aprendiese cosas que los libros no podían enseñarle, todo bajo la protección de la poderosa vampiresa que lo estaba casi criando y enseñando los secretos del mundo vampírico.
Sin embargo, cuando aquel tiempo hubo transcurrido, algo cambió en la actitud de la mujer. Se volvió más esquiva y siempre trató de eludir la mirada de Ginrei... fue entonces cuando el chico lo supo: aquella mujer le tenía miedo.
Según parecía, daba igual que ahora fuese un vampiro, sus características físicas seguían estando por debajo de la media... sin embargo, con el poder de los Tremere fluyendo por sus venas, sus capacidades psíquicas y mentales se habían disparado... hasta un extremo que incluso la Matusalén llegó a temerle al darse cuenta de que un simple vistazo de aquellos bonitos ojos podría suponer su fin.
Fue entonces... cuando ella intentó deshacerse del chico. Aprovechando su superioridad física, lo llamó a su habitación en la mansión una noche y lo atacó por la espalda, buscando eliminarlo de un golpe... sin embargo, no contó con que las capacidades perceptivas del chico fuesen tan grandes... ni que ya estuviese sobreaviso gracias a sus dotes analíticas al haber sentido su miedo. El joven esquivó el golpe... pero cuando se dio la vuelta para sumir en la oscuridad a la vampiresa y beber su sangre, ella ya no estaba; había huído.
Puede que fuese entonces cuando su odio hacia los Matusalén y, especialmente, hacia los Antediluvianos (al ser estos la principal amenaza, incluso percibida por los anteriores como tal), por creerse con el suficiente derecho como en el pasado se había sentido su padre para arrebatarle su vida por una o por otra razón... en aquel instante, Ginrei decidió dedicar su vida inmortal a prepararse... para destruír a todos aquellos "seres superiores" que únicamente por poseer una sangre poderosa se creían en pleno derecho de hacer lo que querían con los "seres inferiores"... se hizo la promesa a sí mismo de demostrarles a aquellos "Dioses" el verdadero poder de un ser inferior... y al final ser él el que jugase con ellos.
Con este propósito en mente, el muchacho aprovechó la llegada de extranjeros al país unos siglos después para volver a Europa junto a un grupo de ellos, pronto alcanzando Inglaterra y asentando las bases de sus planes en Londres desde el principio, haciéndose con el control de la mayoría del Clan Tremere para poder usarlos en sus fines... combinando desde el principio magia y ciencia para buscar un virus... una enfermedad... un veneno lo bastante potente como para destruír la amenaza de Antediluvianos y Matusalén de un plumazo, creando los cimientos de lo que se convertiría en la GlaxoSmithKline, la segunda compañía farmacéutica más grande del mundo... y la fachada para cubrir los experimentos de sangre que el poderoso Antiguo Tremere realizaba con sujetos de prueba harto cuestionables... y sangre robada proporcionada por ciertos socios en un clan de política extremadamente discutible...
Todo por su objetivo, hasta convenció a un miembro de los Assamitas para que se convirtiese en su guardián personal, el primer vampiro que encontró con unas habilidades físicas a la altura de sus propios poderes mentales y con el que planeó formar un "todo"... llegando a la conclusión de que con él a su lado sería más que capaz de destruír a cualquier "ser superior" que se opusiese a ellos...

»Habilidades; Auspex, Dominación y Taumaturgia... Ginrei es considerado uno de los Tremere más terroríficos debido a su indecible maestría en las artes de la Dominación y la Taumaturgia en especial, no quedándose atrás con su Auspex, que incluso le permite sentir auras y por tanto movimientos invisibles para sus ojos, pudiendo esquivar veloces ataques que por sus características físicas no podría de otra forma, así como pudiendo predecir dichos ataques antes de que sus rivales los llegasen siquiera a efectuar. El campo en el que más destaca entre sus compañeros es en la Dominación, puesto que aunque es un maestro de la Taumaturgia y sus conocimientos sobre la Magia de Sangre son ingentes, no suele "publicarlos", por decirlo de alguna manera, siendo sin embargo sabido que una simple mirada de soslayo es capaz de dejar paralizado a cualquier Antiguo, Tremere o de cualquier otro clan en apenas una milésima de segundo y hasta que dicha mirada adquiere otro objetivo. Aunque tampoco es sabido, debido a que lo oculta muy bien, su capacidad de autoprotección contra habilidades similares a las suyas no tiene parangón, tal es su determinación a no caer ante el poder del Antediluviano que más odia y teme... el creador de su clan, sino ser él el que termine controlándolo.
Posee una virtud... aunque puede considerarse también un defecto peculiar, y es que aunque sus habilidades físicas sean inexistentes, su umbral del dolor es extremadamente elevado, por lo que heridas que desconcentrarían a cualquiera, a él le resultan menos dolorosas que un simple picor, por lo que es extremadamente difícil hacerle perder la concentración en algo únicamente hiriéndolo.
Es un estratega nato, y su cociente intelectual es tan elevado que puede desarrollar varios planes en milésimas de segundo. Posee conocimientos de absolutamente todas las áreas investigadas por hombre o vampiro. Es muy diplomático y extremadamente convincente en sus palabras debido a la "pasión" que imprime en ellas a pesar de que siempre se mantenga inexpresivo; de alguna manera transmite con ellas el sentimiento que su rostro no es capaz de transmitir a sus receptores.
»Debilidades; Sus ambiciones son grandes, aunque confía poder alcanzarlas. Aunque pueda esquivar muchos ataques veloces gracias a su Auspex, sigue sin ser rival a largo plazo contra vástagos poderosos con Celeridad. Como contrapartida a que haya desarrollado hasta límites inconmensurables sus facultades mentales, sus facultades físicas son sencillamente inexistentes; únicamente posee cierta resistencia, aunque siquiera eso llega al nivel de la novena generación. No posee empatía alguna, tampoco puede ocultar su vasta presencia, capaz de ser detectada a metros de distancia, y, puesto que nunca lo consideró necesario, tampoco controla las emociones de nadie, puesto que su capacidad de manipulación es inexistente.
»Armas o Accesorios; Suele llevar siempre ajustados a su muñeca derecha y su tobillo izquierdo dos delgados brazaletes de plata que apenas si tintinean cuando mueve alguna de esas extremidades. Nadie ha podido comprobar el origen del sonido al acostumbrar llevar ropas que los cubren en todo momento.
»Gustos; Que todo salga "según el plan". La organización, el orden. El frío y la oscuridad; puede que parezca tópico, pero en ellas encuentra muchísimos más recursos que en la luz diurna (cosas como que a su Auspex le sea más fácil localizar presencias lejanas cuando emiten vaho). Leer, especialmente para informarse (realmente nunca ha leído por placer). Que lo subestimen; de alguna manera siempre se las apaña para derrotar incluso más aplastantemente a aquellos que lo hacen que a aquellos que no lo hacen. Realmente no tiene muchos "gustos" más, puesto que nunca se ha relajado lo suficiente para darse cuenta de ellos, aunque posiblemente realmente sólo disfrute especialmente de la tranquilidad, el silencio y el calor cuando no entra en la necesidad de utilizar el frío a su favor.
»Disgustos; Odia, desprecia y teme a partes iguales a los Antediluvianos, especialmente a Tremere, por mucho que nunca se haya encontrado con ellos. Que cualquiera de sus planes se tuerza. Las cosas impredecibles. Los cálculos errados. La mediocridad. La negligencia. El caos, el desorden. Que traten de dejarlo en evidencia; que lo subestimen por sus facultades físicas es una cosa, pero que insulten su intelecto suele enojarlo de un gélida manera muy poco recomendable. Su debilidad física; por lo menos gustaría de poseer la suficiente resistencia o velocidad para no necesitar de un guardia personal.
»Otros; Se lo conoce como uno de los Antiguos más poderosos y al mismo tiempo más débiles, aunque muchos ni siquiera saben el por qué de esta afirmación. El apodo que se ha ganado a pulso a lo largo de los siglos es el de "Ojos de Dios". Puesto que sus poderes de control sólo pueden afectar a un objetivo a la vez, suele ordenar siempre "duerme" para poder pasar a otro objetivo.

»Físico; Night de The Miyama-Uguisu Mansion Incident.