Buscando un futuro [Privado Kradness Wave]

Aquel día me levante relativamente temprano, digo relativamente considerando que las seis de la tarde era algo temprano para mí. Y eso mismo me disgustaba demasiado, la única razón por la que me despierto tan temprano de mi hora habitual es porque alguien me está buscando y, probablemente, llegaría en unos cuantos minutos más. A decir verdad sería una verdadera falta de educación de mi parte no esperar a una visita, aunque aquella visita se presentara sin invitación y/o aviso.

Salí de mi hogar y me coloque al otro lado de la calle, usando mi ofuscación para observa con calma y sin ser visto. Relamí mis labios mientras desenvolvía una paleta de limón y la introducía a mi boca para poder saborear aquel acido dulce. Y espere. Y seguí esperando. Y espere aun un poco más.

Pronto vi llegar a aquella chica ansiosa de conocimiento; una adorable rubia. Me levante y empecé a caminar hasta el cine abandonado, contemplándola y observándola fijamente mientras seguía bajo el efecto de mi ofuscación. Parecía algo desesperada no solo por su situación, si no por el simple hecho de estar en ese lugar; creo que fácilmente podría decir que parecía algún tipo de niña malcriada y eso me fascino.

- Si gritas con esa fuerza podrías hacer que los muertos mismos se levanten de sus tumbas, ¿No te imaginas el horror de estar enfrente de un muerto? A mí me daría escalofríos –Dije apareciendo de repente a sus espaldas, después de haber visto como gritaba y corría alrededor de mi hogar. Sin poder evitarlo aquella sonrisa burlona, amplia y descarada se dibujó en mi rostro mientras pasaba el húmedo caramelo de limón por mis labios, contemplando a la cainita que tenía frente a mí con cierto descaro, con bastante diversión, era como una pequeña muñeca.

- Aunque creo que gritas para buscar a un muerto en especial, no creo equivocarme –Camine hasta ella, de una forma que podría considerarse amenazadora e introduje una mano en el bolsillo de mi chaleco, simulando que iba a sacar un arma, asegurándome de contemplarla con mucho cuidado para captar cualquier detalle que ella pudiese dibujar en su rostro y lentamente saque una paleta de fresa, acercándola a su rostro- Deberías probar esto, deja un agradable sabor de boca y he escogido el sabor pensando en ti.

Deje que tomara la paleta y me quede estático, observando a que la toreador que tenia frente a mí. Espere a que ella dejara de hablar por completo antes de moverme y sin responder nada me acerque a ella y le tome la mano, tirando de ella con lentitud acercándome a la entrada del cine.

- ¿Mis dotes de que y que haga qué? –pregunte de forma curiosa, como si no supiera a que se refería y jale la puerta de entrada del cine, la cual a pesar de estar cubierta con tablas se abrió fácilmente como si fuese nueva y me adentre con ella dentro del cine, cerrando la puerta tras de mí. Por dentro el cine era totalmente distinto a lo que parecía por fuera: las alfombras estaban limpias y brillantes, un candelabro lúgubre temblaba ligeramente en el techo, los anuncios de cartelera y el menú de los dulces habían sido sustituidos por dibujos hechos por mi propia mano, dibujos parecidos sacados de las pesadillas más terribles o de los sueños más hermosos, la parte donde debería estar la caja había un enorme hueco que desentonaba con el diseño gótico que tenía el cine. Entre por ese hueco guiando a mi visita, sin decir nada y sin responder nada, con una enorme sonrisa divertida en mi rostro llegando a una salita parecida a una sala de té que parecía ser sacada del mundo de Alicia en el país de las maravillas.

- Toma asiento por favor, las delicadas toreadores como tu deben ser tratadas como rosas, al menos antes de que se marchiten –Solté una risa bastante fuerte mientras yo me sentaba sobre la mesa frente a ella, quedando en una posición bastante sugerente frente a ella, poniendo mis manos en la cabeza de ella y acercándola a mi vientre haciendo como si escuchara mi estomago –Eres una florecita bastante curiosa, quieres saber tu futuro y no sé si deba decírtelo, tampoco sé que debo de pedirte a cambio aunque déjame decirte que yo nunca he tenido compañía en este lugar y me gustaría tenerla –Mis manos se movían de manera exagerada sobre el cabello de ella mientras la mantenía pegada a mi vientre sin dejarla separarse, revolviendo su cabello poco a poco mientras cerraba mis ojos y pensaba.

- Ya sé –dije abriendo mis ojos de golpe y tomando el mentón de aquella cainita que tenia frente a mí- tu vas a tener un enorme problema, bastante feo y todo por confiar en las personas equivocadas y me temo que a estas alturas para ti posiblemente sea imposible revertir lo que… pero espera –dije pausando la predicción- si aun no me has pagado nada, eres una chica sucia seduciéndome para no pagar –dije con una sonrisa divertida pegando mi cara tanto a la de ella que mi nariz tocaba la suya, para luego tomar la paleta de limón que tenía desde antes y lamerla de forma suave y lenta.